Demasiado habíamos postergado la visita a Suiza, pero todo llega...
Por unas cosas o por otras, teniendo Suiza a solo 40 km. de casa aún no nos habíamos decidido a ir más allá de Bellinzona. Esta vez hemos pasado de largo y llegado hasta Alemania para visitar el Lago Constanza, pero esto lo contaremos en otro post. Éste lo dedicamos a dar una visión diferente sobre la gestión de las insfraestructuras de comunicaciones.
Lo primero es que en Suiza para poder circular por autopista debes tener la "vignette" esto es como una especie de pase que debes pegar en parabrisas que te permite circular por las autopistas suizas. Actualmente cuesta 33 €, hay abierto un debate entre los suizos sobre el aumento de precio en torno a los 100 euros, pero realmente pienso que este dinero o incluso más se amortiza rápidamente. Cualquier gasolinera vende la vignette, así que la compras cuando pasas la frontera, la pegas y tiene vigencia de un año no natural, es decir la que hemos comprado nos sirve para 2013 y se alarga hasta el 31 de enero de 2014.
Pero hagamos un cálculo, Suiza tiene 8.000.000 de habitantes, el 79% son mayores de 18 años descontando gente que no tenga el carnet o no tenga coche, que raro va a ser porque por ahí solo se ven Audis, Mercedes y BMW... ¿sería descabellado decir que haya 5.000.000 de coches en circulación? No, esta noticia confirma que 1 de cada 2 suizos tiene coche. Multipliquemos 5.000.000 por 33 euros = 165 millones de euros. A esto debemos sumarle la ubicación central que Suiza ocupa en Europa, situándose como sitio de paso fronterizo entre Alemania, Austria, Francia, Italia y no nos olvidemos de Lichtenstein (por Dios!) También la compra de la vignette por parte de turistas y gente de paso que utilizarán las carreteras muy puntualmente, pues podemos estimar los ingresos que se llevan por las vignette. Y creo que será realmente rentable para todos, gobierno y usuarios, puesto que lo que se ingrese se destinará a infraestructuras o mantenimiento, porque claro no hay peajes.
En los otros extremos tenemos en modelo alemán donde no se paga por las autopistas (al menos de forma directa) y las carreteras están estupendas, y el modelo español o italiano, donde, por ejemplo, en la costa mediterránea nos fríen a peajes, y cada tramo está gestionado por una concesionaria diversa casi de "por vida". Aunque la gente no las use y sean deficitarias porque la gente no puede o quiere pagar peajes diariamente.
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