Cari amici,
Si fuera italiano estaría hasta las pelotas de ir a votar semestre sí, semestre no. Ya sean elecciones nacionales, comunales, regionales, primarias de partido, o las europeas el próximo Mayo. Siempre hay algún sarao político en marcha! Es verdad que algunos son obligados, al terminar una legislatura, pero la mayoría se producen antes de tiempo porque los turnos de cuatro años casi nunca se cumplen. Pero si fuera italiano, me reventaría aún más que los dos últimos primeros ministros no los ha votado el pueblo. No se entonces para que están los ciudadanos. Bueno sí, para engancharse a los realities que monta esta tribu!
Hace casi tres años, cuando aterrizamos en Italia, reinaba Berlusconi. Que crack! todo sonrisas, chistes, ruedas de prensa inolvidables, miraditas perdida a los senos de las diputadas, y protagonista indiscutible en las cumbres G8. El rey de la comedia...
...hasta que Merkel dijo basta.
Y entonces se puso al gobierno técnico de Monti, il professore. Tío serio, con conocimientos sobrados de economía y que parecía tener la solución para el KO técnico de Italia. De la alegría y jauja de Berlusconi, pasamos a la sobriedad de Monti. Ni una sonrisa a cámara. Nada. Solo soluciones...Que aburrimiento!
Pero el animal herido no está muerto. Aunque tengas juicios por sexo con menores, vídeos de fiestas a lo PlayBoy, no pasa nada. Il cavagliere necesitaba recuperarse un poco y salir a la palestra, digamos a Tele 5, a promocionarse otra vez. Dicho y hecho. De un plumazo se quita a Monti, fuerza su dimisión, y en un mes y medio de apariciones continuas en TV, su partido logra casi tantos votos como los favoritos en las encuestas: el partido de centro-izquierda de Bersani.
A partir de aquí la película se vuelve Tarantiniana. La aparición disruptiva de Beppe y su 5 stelle como grupo político experimental, rompe la normalidad de la sala. No hay acuerdo, no sale presidente Bersani tras varias votaciones. Bersani dimite (y menos mal porque a los dos meses le da un ictus). Al final, el capo de la república pone a Letta, otro primer ministro impuesto a dedo, para resolver el irresoluble problema de formar gobierno. Vaya problema!
Letta comienza gobierno. Parece tío serio, con francés impecable. Berlusconi en la oposición esperando el momento para subir al trono. Pero entonces, aparecen las sentencias a los juicios pendientes. El todo o la nada. En una maniobra desesperada, Berlusconi hace dimitir a los ministros de su partido, entre ellos su segundo de abordo Alfano, para destronar a Letta. Parecía que sí que lo iba a conseguir...pero no. Alfano le traiciona en el ultimo momento y se alinea con Letta. Es el final del il Cavagliere!... Que va! Si hay dos gallos en una gallinero, ya que el gallinero es bastante grande, de aquí no se va nadie: la mitad para Berlusconi, la otra para Alfano. Es como si un tal Paolo Rossi vota a un partido, y a los pocos meses se divide en dos nuevos partidos. El pobre Paolo no sabría que pensar, como a media Italia.
Letta prosigue gobierno, pero ni de coña pensaba que el peligro estaba en su propia casa, en su propio partido. La carrera meteórica de Renzi, de alcalde de Florencia a ganar las primarias de su partido y convertirse en secretario general, ha hecho dimitir a Letta esta semana. Simplemente, ha dado una rueda de prensa agradeciendo los servicios prestados de Letta, antes de que éste dimitiese.
En fin, Renzi, the new kid in the city, viene fuerte y me hace pensar que se convertirá en el cuarto primer ministro (a dedo o por votos, que más da!, todos saben el resultado ya) en mis tres años de andadura italiana. No hay 3 sin cuatro! Quien da más!
Gran resumen!
ResponderEliminarOs acabo de conocer, buscando información guarderías en el Lago y q alegría!!! Llevo 6 años aquí (Taino) y cada vez q conozco a un español en la zona me emociono como una niña con zapatos nuevos...
ResponderEliminarAquí me quedo...un besazo
Ana
Otro para ti! Por aquí estaremos dando guerra
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