Hacía un día espléndido en Milano y subimos los 158 escalones (que tampoco son tantos) y pudimos ver, además de la ciudad de Milan, el strepitoso entramado de estatuas y capiteles, cada una de ellas diferente. Il Duomo está en constante restauración, debido a la complejidad de su arquitectura. En todo caso pudimos visitarlo sin problemas. Podeis ver más fotos aquí.
Antes de dejar a los chavales en el aeropuerto, decidimos visitar Bérgamo, gran desconocida para nosotros y que resultó ser una grata sorpresa. Es una ciudad en dos alturas: città alta y città bassa. Preciosa, con muchos edificios antiguos y una magnífica basílica. Nos dejó impresionados. Lástima no tener más tiempo porque nos dedicamos a ver la parta alta y descuidamos algo la parte baja que parecía que tenía mucho que ofrecer. Volveremos!
